Con el paso de las festividades de Navidad y la llegada del año nuevo, solemos realizar muchas intensiones para este nuevo periodo, ser mejores personas, ahorrar, hacer dieta, viajar más o esforzarnos más en nuestros trabajos. Pero muchas de estas intensiones se ven frustradas cuando nos enfrentamos a la realidad: acabaron las vacaciones y debemos volver a la realidad, es entonces cuando muchos comenzamos el sufrir llamado “síndrome postvacacional”. Ya las intensiones de esforzarnos más dejan de tener sentido y volver a la rutina se vuelve como una especie de pesadilla. Siempre querremos unos días más para dormir, para estar con la familia o para seguir festejando.
